El proceso de ideación permite tener una amplia gama de posibilidades para responder a un problema detectado. La herramienta más ocupada para este proceso creativo es la lluvia de ideas, de ahí nacen distintas categorías de soluciones: las más repetidas, aquellas aún restringidas que buscan expandir fronteras y las llamadas ideas diamantes que permiten entregar una solución más innovadora. Para poder establecer cuál idea o solución es más coherente con la resolución del problema, éstas se someten a una matriz de selección que cuenta con distintas variables que en una escala de puntuación para calificarlas y concluir cuál es la solución que tiene mejores características, y la que es más coherente con la definición del problema y los requerimientos de los usuarios.
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